miércoles, 22 de julio de 2009
... una noche, Psique se incorporó y, levantando las sábanas del lecho, observó la imagen prohibida de la divinidad, siendo presa de un pavoroso asombro y cautiva de la belleza de Cupido. Tan embelesada estaba que no se percató que de la lámpara que había encendido cayó una delatora gota de aceite, la cual despertó a Cupido. Grande fue el enfado de éste, de tal magnitud que abandonó la compañía de Psique, sumiéndose ambos en una impenetrable tristeza. El dios cayó enfermo y Venus culpó de ello a la malhadada Psique. Esta incluso llegó al intento de suicidio, únicamente el amor impidió la consumación del acto.
Apenada por la ausencia de Cupido, Psique comenzó su búsqueda y se encontró con s todas las trabas del mundo para que su objetivo fracasase. pruebas imposibles, de todos conocidas, que sin embargo la mortal realizó con encomiable esfuerzo e inestimables ayudas.
Al final el Olimpo en pleno decidió compensar las buenas intenciones de la muchacha y el noble amor que se procesaban, divinizaron a Psique y permitieron su unión con Cupido.
Apuleyo, el gran escritor latino, como buen platónico que era, recogió este cuento popular como símbolo –según dicen y a todas luces parece- de la búsqueda del alma (psique) en pos del amor ideal (Cupido).
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Psique = alma
ResponderEliminarAmo la mitología Griega!
Todos hemos sido presas de Eros alguna vez!
Y quisiéramos much@s permanecer en esos palacios divinos
o tener tareas especificas para recuperar al amor perdido.
Hermoso relato!!