lunes, 14 de junio de 2010

El verdadero sentido de las palabras

"¿Cómo entender el significado primordial que Heidegger atribuía al lenguaje?; tomemos , por ejemplo, la palabra “amor” tal como nuestra ‘sociedad’ la usa hoy.

Uno puede ‘amar el fútbol y la cerveza’, uno puede ‘amar’ el chocolate, el cine, el dinero, el sexo...¿puede uno amar a su pareja?

.Luego de ver la palabra “Amor” en miles de tarjetas, avisos comerciales, revistas de chismes y ‘entretenimiento’, hallamos su sentido empobrecido. “Amor” ya no tiene el significado que una vez tuvo. Hoy, en nuestra materialista sociedad, decir “te amo” no es muy diferente a decir “ “pásame la sal”; ¿Y que hay de la expresión “hacer el amor”?

Heidegger pensaba que el proceso por el que las palabras se empobrecen es largo.

Cada generación añade una capa de barniz sobre el sentido original de la palabra esta se va cubriendo de estratos.
Según Heidegger, hubo un momento en que alguien pronunció por primera vez la palabra “amor”. En ese momento no había diferencia entre la palabra y su
sentido, entre la palabra y su experiencia original. “Amor” se hizo existente en el momento en que fue hablado. En ese instante, el ser llamado “amor” surgió a la existencia por el Ser.
Para Heidegger, la clave para entender nuestro lugar en el mundo reside en reconocer ese momento inicial de la existencia, el momento en que “el Ser habla”, un momento presente en el núcleo de nuestras palabras más importantes. Al quitar las capas de sedimentos que la historia ha depositado sobre la experiencia original de las palabras capitales de nuestra vida —verdad, conocimiento, ser humano, etc. — podemos vivir una vez más en relación con esos acontecimientos de la existencia. Así, cuando alguien dice “te amo”, experimentará el significado original y genuino de sus palabras y, en consecuencia, aceptará la responsabilidad de lo que declara..."

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